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🧠 Intestino y cerebro: cómo cuidar tu salud desde el sistema digestivo

¿Alguna vez sentiste que tu estado de ánimo empeora cuando tu digestión está mal? ¿Te pasa que estás más irritable o cansada cuando tenés hinchazón, gases o intestino lento? No estás sola. Hoy se sabe que la salud intestinal influye directamente en el funcionamiento del cerebro. Y la clave está en un protagonista silencioso pero esencial: la microbiota intestinal.

En este blog vas a entender qué es la microbiota, cómo se relaciona con tu bienestar mental y físico, cuáles son los síntomas de un desequilibrio, qué alimentos ayudan (y cuáles no) y cómo incorporar prebióticos y probióticos con ejemplos reales. Al final, te muestro una selección de productos Frulatti que podés sumar a tu alimentación para fortalecer tu salud digestiva de manera fácil y natural.


🦠 ¿Qué es la microbiota intestinal?

La microbiota intestinal es el conjunto de bacterias, hongos, virus y microorganismos que viven en tu intestino. Aunque no los veas, están ahí cumpliendo funciones vitales como las siguientes:

      Ayudan a digerir alimentos.

      Producen vitaminas (como la K y algunas del grupo B).

      Refuerzan el sistema inmunológico.

      Protegen la mucosa intestinal.

      Producen neurotransmisores como la serotonina.

De hecho, más del 90 % de la serotonina se produce en el intestino, y de ahí nace el concepto del eje intestino-cerebro: una vía de comunicación constante entre tu sistema digestivo y tu sistema nervioso.


🧠 ¿Qué es el eje intestino-cerebro?

El eje intestino-cerebro es una red de conexión que permite que lo que ocurre en tu intestino afecte tu cerebro… y viceversa. Está mediado por el nervio vago, hormonas, neurotransmisores y el sistema inmune.

Cuando la microbiota está equilibrada, este eje funciona bien: tenés digestión regular, mejor humor, buena concentración y menos inflamación. Pero cuando hay un desequilibrio (llamado disbiosis), todo se altera.


🚨 ¿Qué síntomas indican que algo no anda bien?

Los síntomas de un desequilibrio en la microbiota intestinal pueden ser tanto digestivos como emocionales:

      Hinchazón o gases frecuentes.

      Diarrea o constipación crónica.

      Dolor abdominal sin causa clara.

      Cansancio mental, niebla mental.

      Ansiedad, irritabilidad o insomnio.

      Problemas de piel (acné, eccema).

      Mayor sensibilidad a los alimentos.

Si te sentís identificada con varios de estos, tu intestino podría estar pidiendo ayuda.


🧃 ¿Qué son los probióticos?

Los probióticos son bacterias vivas que, al ser consumidas en cantidades adecuadas, aportan beneficios a tu salud. Refuerzan tu microbiota, equilibran la flora intestinal y mejoran la barrera defensiva del intestino.

Alimentos ricos en probióticos naturales:

      Kéfir (bebida fermentada).

      Yogur con cultivos vivos.

      Labneh (yogur colado tipo queso untable).

      Chucrut o repollo fermentado.

      Kimchi (fermentado picante coreano).

      Miso y tempeh (de la cocina asiática).

      Kombucha (bebida fermentada con té y azúcar).

Ejemplo: un vaso de kéfir al día puede mejorar tu tránsito intestinal y reducir los síntomas del colon irritable.


🌱 ¿Y qué son los prebióticos?

Los prebióticos son fibras no digeribles que alimentan a las bacterias buenas de tu intestino. Es decir, son el “alimento” de los probióticos.

Alimentos con acción prebiótica:

      Ajo, cebolla, puerro, espárragos.

      Banana (especialmente verde), manzana con cáscara.

      Alcachofa, remolacha, zanahoria.

      Avena, lino, chía.

      Legumbres como lentejas y garbanzos.

Ejemplo: incluir 2 cucharadas de avena al desayuno y media banana verde aporta fibra fermentable que fortalece tu microbiota.


💥 ¿Qué alimentos debilitan tu microbiota?

Tanto como podés alimentarla, también podés dañarla sin querer. Estos son los enemigos silenciosos del intestino:

      Ultraprocesados con aditivos, conservantes y colorantes.

      Azúcares refinados en exceso.

      Edulcorantes artificiales como sucralosa o aspartamo.

      Grasas trans (panificados, snacks fritos).

      Antibióticos y uso excesivo de medicamentos.

      Dietas bajas en fibra por tiempo prolongado.

Una microbiota pobre es menos diversa, menos eficiente y más propensa a favorecer procesos inflamatorios.

Cuidar la microbiota intestinal no tiene que ser complicado ni aburrido. La clave está en elegir alimentos que nutran a tus bacterias buenas y fortalezcan el eje intestino-cerebro, mejorando desde la digestión hasta tu estado de ánimo.

En Frulatti sabemos que cada elección cuenta, por eso ofrecemos una variedad de productos pensados para mantener tu intestino en equilibrio:

🥣 Yogur con frutas → combina la cremosidad del yogur con el poder prebiótico de la fruta natural.
 💪 Yogur proteico → ideal para quienes buscan cuidar su microbiota mientras alcanzan sus objetivos de salud y energía.
 🍶 Yogur griego → una fuente concentrada de probióticos y proteínas para fortalecer la flora intestinal.
 🥥 Yogur de coco
→ opción vegetal, sin lácteos, que también aporta probióticos y es perfecto para quienes buscan alternativas livianas y digestivas.
 
Kéfir → una de las bebidas fermentadas más ricas en probióticos, perfecta para reforzar la diversidad microbiana.
 🧀 Labneh → cremoso y suave, aporta bacterias beneficiosas que favorecen la digestión.
 🥬 Repollo encurtido
→ clásico fermentado lleno de probióticos naturales que ayudan a balancear la microbiota.

Cada uno de estos productos aporta lo suyo: probióticos vivos, fibras o nutrientes que actúan como combustible para mantener tu intestino feliz y tu bienestar general en equilibrio.

💚 Con Frulatti, podés disfrutar de sabor, variedad y salud en cada bocado, mientras cuidás a tus bacterias buenas y le das a tu cuerpo el soporte que necesita.

 

 

Melisa Manzur

Lic. en Nutrición

MP: 3183

 

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